
Entre un minuto y otro
no entra un alfiler
ni cabe una púpila
pero de golpe
una mano los atraviesa
y sale la monstruosidad
con sus ojos vacíos
Las cavernas de sus ojos hambrientos
Las cavernas mordiéndonos
La monstruosidad salta
al presente y lo muerde
Nunca tuvo placer y lo muerde
Y el tiempo llora
Y la monstruosidad llora
masticando el tiempo
esto veo
con los ojos perforados
Bueno, Maritza!!
ResponderEliminargracias carmen *_*
ResponderEliminarMe encantó porque también me vació un poco los ojos y es fundamental este vaciado para los mosntruos y para el presente. Y escucho veo /"ahora"/ leo la palabra "ahora" aunque no esté escrita pero claro, el ojo vacío tiene más lugar para ver. Más, más, queremos más !!!
ResponderEliminarjaaaajaja me hacés reír tany! gracias por la risa y el vuelo
ResponderEliminarTremendo poema, Maritza. que la poesia alivie el presente tan duro
ResponderEliminarAndo un tanto perdida con los blogs (no sólo con eso, ja,ja) y recién lo leo gracias a un posteo de Sandra. ¡Poemazo, Maritzina!
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