miércoles, 15 de agosto de 2012

NINGÚN VERBO










Ningún verbo


Pies Pasos Encuentro
Manos Cuello Labios Boca
Manos espalda manos pechos
Manos monte manos venus
Manos adentro cuerpoabismo
Ningún poema

Boca y labios y boca entrada 
Y salida y entrada Y salida
y entrada Y salida la caverna 
Sombras en sombras
La rotura y salida
Salida Salida
Salida
El pedazo solo

miércoles, 8 de agosto de 2012

ARS DEL'AMOUR

Ni Derechos Humanos ni Amnistía tienen ninguna potencia sobre nada;son instituciones inútiles ante la monstruosidad Esto ha alcanzado un nivel que parece exigir la misma moneda de vuelto o al menos ejercer la autodefensa No se puede ser racional ni humano con estos sujetos Ni pueden exigirnos ética ante al abuso naturalizado en-cargo y oficio del dominio. Aquí el cordón se corta mientras sostiene el futuro-cadáver de su hijo alcanzado por la luz-criminal que ordena todas las cosas. No tendremos sueños compasivos ni entraremos en su luz como polillas en las llamas. Frente al abuso de poder no podemos ser políticamente correctos, ni racionales, ni éticos ni humanos. Estamos en el nivel de la bestia. Debemos ser desencarnados y nunca adaptados ni sanos- Tendremos que ser su peste -lo más desagradables y dañinos- Todo lo que nos enseñan es en nuestra-contra por eso Ninguna conducta esperada por su sistema y por ellos. Ninguna piedad y ningún esperar condolencias. Estamos verdaderamente jodidos en esta gran mentira de mundo. Los jodidos no podemos reconocer autoridad ni ley. El animal acechado y violentado es el ejemplar único. La vida en situación de desventaja y peligro le concede todos los permisos.

viernes, 3 de agosto de 2012

YO-BASTARDO

madre abrí las piernas dejáme salir de los universales en una palabra dejáme caer de los amparos y dominios -rompé-texto madre y soltáme de las redes -huiré de las esferas y los campos ninguna pesadez ninguna liviandad madre-dilatá los muros y dejáme al abismo no me hagás ser -que no haya voluntad que no haya palabra ni títulos ni nombre-que nada me llame madre para que Yo no persiga a la Nada